miércoles, 16 de abril de 2008

¿Plasma o LCD? La gran duda


LA NOVEDAD
¿Plasma o LCD? La gran duda
HASTA AHORA LA ELECCIÓN ERA FÁCIL: PARA MÁS DE 40 PULGADAS SÓLO ESTABA DISPONIBLE EL PLASMA, PERO LAS COSAS HAN CAMBIADO.

Plasma y LCD son las opciones preferidas a la hora de comprarse un televisor y, hasta ahora, la elección era fácil. Los televisores de más de 40 pulgadas sólo estaban disponibles con la primera. Sharp, sin embargo, ha terminado con la hegemonía del plasma en los salones más exigentes. Su nueva televisión LCD, la Aquos LC-65GD1E, mide 165 centímetros de extremo a extremo, es decir, 65 pulgadas. Un tamaño que la enfrenta directamente a los modelos comerciales más grandes de la tecnología rival. Si el tamaño ya no es determinante ¿cuál conviene escoger?

Antes de evaluar pros y contras, conviene conocer un poco a ambos candidatos. Las pantallas de plasma utilizan un gas excitado para conseguir la iluminación de cada uno de los millones de puntos de los que consta la imagen. Un LCD, por el contrario, es una tecnología basada en el cristal líquido, un tipo de material que es capaz de dejar pasar o no la luz dependiendo de la carga eléctrica aplicada. Mientras que los televisores de plasma crean la luz en cada una de las celdas, los LCD necesitan de un sistema de retroiluminación, una fuente luminosa constante que luego será bloqueada o no en cada uno de los píxeles. Esta pequeña diferencia es la responsable de que los LCD, por ejemplo, no puedan mostrar un color negro completamente negro, aunque ya este problema es casi imperceptible en televisores de calidad.

A la hora de elegir, la calidad del negro pasa a un segundo plano. El coste sigue siendo el factor clave. El plasma ofrece una mejor relación tamaño / precio, sobre todo en los modelos de 42 pulgadas. Si busca un televisor más grande, las diferencias no serán tan notables, pero aun así, el plasma saldrá ganando. Los precios del LCD, sin embargo, bajan año tras año, y no es descabellado pensar que, tarde o temprano, serán mucho más asequibles y eficientes.

LARGA VIDA. Si son más baratos, la decisión parece muy sencilla. Sin embargo, el LCD esconde algunas ventajas que, por ahora, el plasma es incapaz de imitar. La primera es la vida útil. Una pantalla de plasma tiene una vida aproximada de 30.000 horas. Son muchas, pero palidecen comparadas con las 50.000 que puede tener una pantalla LCD. La segunda es la imagen residual, o efecto quemado que puede aparecer en los televisores que utilizan el gas. Si una imagen permanece quieta mucho tiempo en el mismo sitio, es posible que se quede marcada en al pantalla de forma permanente. Los fabricantes han incorporado salvapantallas y pequeños trucos para evitar la aparición de estas manchas, pero aún pueden producirse si se utilizan niveles altos de contraste y brillo. Lo mejor, si se hace con una, es que nunca suba el nivel de contraste de forma drástica. Tenga también en cuenta que algunos paneles de plasma pueden tener problemas si se instalan en hogares situados a mucha altura —en montañas altas, por ejemplo—.

¿Y la resolución? La inminente llegada de los discos Blu-Ray y HD-DVD obliga a pensar con detenimiento en este punto antes de lanzarse a comprar. Tradicionalmente, el LCD ofrece mejores resoluciones y, de hecho, sólo recientemente los televisores de plasma de 42 pulgadas han podido lucir la pegatina de compatibilidad con alta definición. Con estos modelos de 65 pulgadas, sin embargo, no hay ganadores. Ambos ofrecen compatibilidad total con los requisitos más altos del estándar de alta definición. Es decir, que pueden mostrar imágenes HD de 1.080 líneas progresivas. Mejor, imposible.

TAMAÑO
La tecnología de plasma ha permitido fabricar televisores más grandes, pero el LCD ya le planta cara incluso en las de mayor tamaño. 65 pulgadas —165 centímetros de diagonal— es el límite comercial de ambos sistemas.

PRECIO
En tamaños superiores a 40 pulgadas el plasma es más asequible que el LCD. Donde realmente se nota la diferencia es en los de 42. El plasma ofrece también mayor contraste, pero puede sufrir del efecto ‘quemado’.

RESOLUCIÓN
El LCD está acostumbrado a ganar en este apartado, pero el plasma se ha puesto las pilas. Estos dos televisores de 65 pulgadas, el Aquos 65GD1E y el Panasonic TH-65PV500, tienen la misma resolución: 1080p.


Lo último:
Sharp mostro una pantalla de LCD de 108 pulgadas en el “Consumer Electronics Show” en 2007. Samsung y Panasonic han comercializado pantallas de plasma de 103 pulgadas. En términos de precio, cualquiera de estas tecnologías, tiene alrededor del mismo costo.

Según información de Consumer Electronics Association, las ventas de pantallas de LCD crecieron 160 por ciento en 2006 sobre el año anterior, lo cual representa el crecimiento de mayor rapidez en productos de consumo. En comparación, las ventas de televisiones de plasma crecieron 58 por ciento, posicionándose en octavo lugar en los índices de crecimiento de esta asociación. EE Times publica, que este organismo también señala que los precios de las televisiones de 50 pulgadas cayeron 32 por ciento sobre el 2005, posicionándolos en el lugar numero 15 dentro de la categoría de decrecimientos de precios.

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